sábado, 17 de diciembre de 2022

Recuerdos de una navidad en Magdalena del Mar - Lima

 

Iglesia Corazón de Jesús de los Salesianos en Magdalena del Mar - Lima


Década de los 40, época de navidad, siempre le decían a Darío, de unos 5 o 6 años, que haga su carta para Papá Noel pidiéndole los juguetes que quería recibir en la nochebuena.


Él escribía su carta incluyendo los regalos más caros, juguetes de moda en la época como los lindos trenes eléctricos y otros artículos maravillosos. 


Tiempo perdido, porque lo que le llegaba no era lo que pedía, eran cosas más austeras.


Toda la familia instalaba el nacimiento, lo formaban con papel grueso que imitaba cerros, montañas y una especie de cueva en la que se colocaban figuras de yeso de José, María, Jesús recién nacido, los 3 reyes magos, animalitos, arbolitos etc. Darío quedaba extasiado mirando el ambiente tan acogedor que generaba una lamparita oculta que iluminaba en forma muy tenue con un color naranja oscuro.


El día de navidad, la noche del 24 de diciembre, toda la familia iba caminando unas 10 cuadras hasta la iglesia del Corazón de Jesús de los Salesianos, en la plaza mayor de Magdalena del Mar, donde escuchaban lo que se llamaba la misa de gallo, a las 12 de la noche.


Le impresionaba a Darío, como cantaba un coro de niños, era para él, que recién escuchaba algo así, una interpretación de ángeles que elevaban su espíritu de niño generando un mágico ambiente navideño.


Al término de la misa, regresaban caminando, en una noche misteriosa y encantadora, en una Magdalena del Mar de poca gente y carros.


En la casa se servía una deliciosa cena, generalmente una taza de chocolate, pavo, bizcochos y dulces.


Terminada la cena Darío y sus hermanos colocaban sus zapatos en la estufa o chimenea del living, con la carta de pedidos a Papá Noel.


En una oportunidad, Darío se despertó más temprano que todos, corrió a ver su regalo, y encontró un pequeño balde de lata para la playa con su pala, luego miró el regalo de su hermano mayor, a él le habían puesto una linda cancha de fútbol, con jugadores de 2 equipos, con arcos, una pelotita y unas tablitas para impulsarla, era para jugar entre 2 personas. 


Darío miró a su alrededor, no había nadie, todos durmiendo, así que decidió hacer un cambio, el balde para su hermano y el fulbito para él. Total, pensó, Papá Noel ya se fue y los demás duermen.


Al día siguiente, Darío fue sometido a intenso interrogatorio por parte de su mamá, él negaba haber cambiado el regalo, entonces se repetía el interrogatorio, hasta que se cansó y contó toda la verdad. 


Se hizo el cambio de regalos y no se aplicó castigo a Darío, más bien hubo sonrisas, seguramente porque era el más pequeño de la casa...


Este texto ha sido tomado del libro LA ODISEA DE DARÍO EN PERÚ.

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LA ODISEA DE DARIO EN PERU: LIBRO DE BITACORA DE TODA UNA VIDA EN PERU 1941 2000 - VERSION COMPLETA - LIBROS 1 Y 2 (Spanish Edition)


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